La inspiración para esta obra de arte y, al mismo tiempo, obra arquitectónica, el Nebula Shroom Grove, nace de la expresión colombiana «estar solo como un hongo», que Rueda recuerda de su infancia.
Esta temática tuvo especial impacto en las tres mujeres colombianas que componen Understory. «Detrás de nuestro equipo hay una historia sobre marcharse del país, salir del armario o ser madre por primera vez en la que la soledad se presenta de todo tipo de formas», confiesa Rueda.
El equipo se propuso dar voz a una soledad de la que pocas veces se habla y crear una escultura que reuniera a la gente para tratar estos temas. Las setas son seres vivos solitarios conectados entre sí bajo la superficie y, como tal, se mostraban como el símbolo perfecto para iniciar esta conversación.
«Empezamos con una seta a la que más tarde dimos compañía agrupando las demás. Así dimos con un bosque de setas de diferentes tamaños que se iluminan por la noche», declara Rueda.